National Geographic
Tartessos
( Edición de Diciembre 2024 )
22-11-2024
Hoy recibí en forma digital la revista National Geographic y con gran placer le dedique el tiempo necesario, no solo para leerla, también para pasar estas fotografías a la web y, con el único propósito de que aquellos que no han recibido aun la revista u no dispongan de ella, puedan ojear este fantástico articulo con todo detalle.
Disfruten de la lectura !
Un cordial saludo !
Miguel Polo
El Tesoro del Carambolo es una de las piezas más importantes y enigmáticas de la antigua civilización de Tartesos. Aunque su función continúa siendo un misterio, su valor histórico y su belleza indiscutible lo convierten en un tesoro arqueológico incomparable. Además, el Tesoro del Carambolo nos permite asomarnos a una época apasionante de la historia de la Península Ibérica, en la cual los tartessos destacaron por su habilidad en la metalurgia y su sofisticación cultural. ¡Descubrir y preservar los tesoros de Tartesios es vital para comprender mejor nuestro pasado!
Tartessos, el misterio y tesoros de Lastigi por descubrir bajo tierra
Tejada la Vieja, la única ciudad tartésica excavable «in situ», ofrece pistas valiosas sobre su organización social, económica y política. Sin embargo, aún quedan muchas incógnitas por resolver. ¿Era Tartessos un reino unificado o una red de comunidades independientes? ¿Cuáles eran sus rutas comerciales?
Para comprender mejor la verdadera esencia de Tartessos, sería necesario excavar más ciudades como Tejada la Vieja. Un reto que parece casi imposible, ya que la mayoría de estas urbes yacen bajo poblaciones actuales, como Huelva. Solo la suerte o nuevos hallazgos arqueológicos podrían revelar sus secretos.
Tartessos: la orientalización de Iberia
El denominado “Tesoro de Aliseda”, por la localidad cacereña en la que se encontró, está fechado en el siglo VII a.C. y apareció en un túmulo donde se enterraron, al menos, dos miembros de la aristocracia, un hombre y una mujer, con sus respectivas joyas. Fue elaborado por artesanos tartésicos que habían aprendido de los orfebres fenicios las técnicas de soldadura, granulado y filigrana.
Con estas técnicas hicieron joyas compuestas por varios elementos, a veces articulados, como es el caso del cinturón. También, y al igual que éste, algunas de ellas, como la diadema, el brazalete o las arracadas muestran una decoración abigarrada con motivos vegetales y animales de influencia oriental. Pero tan sólo el cinturón se decora con el dios-héroe fenicio Melkart luchando contra un león, entre un friso de palmetas y grifos alados y sobre un fondo granulado.
Al igual que el resto de las joyas, y a juzgar por las huellas de uso, debió de ser utilizado antes de ser enterrado en la tumba con su poseedor, posiblemente un aristócrata de elevada posición social, que lo exhibió como símbolo de poder y prestigio. Las joyas con las que se enterró la mujer permiten suponer que también ella pertenecía a la élite local