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Ovnis en el arte

Las obras más controversias con naves voladoras en la historia.

 

Desde el arte rupestre a libros antiguos, tapices y pinturas de todas partes del mundo. Las representaciones de objetos voladores en la cultura datan de siglos antes del famoso caso Roswell. Las primeras manifestaciones artísticas de la humanidad se encuentran en cavernas y cuevas. Existen múltiples casos de pinturas rupestres en el mundo, realizadas hace miles de años, aunque algunas se destacan por contener figuras que nada tenían que ver con los hombres, mujeres o animales, sino con la representación de formas más cercanas a la ciencia ficción como la conocemos hoy.

 

-Arriba en la fotografía: La Crucifixión de Cristo (1330): en esta clásica obra de la iconografía cristiana se observan dos curiosos objetos voladores, piloteados por sendos personajes vestidos con lo que parece ser trajes espaciales.

-En Italia, por ejemplo, se encuentra el valle de Val Camonica, protegido por la UNESCO, que posee alrededor de 200 mil petroglifos que van del Neolítico a la Edad de Hierro, por lo que es la colección más amplia de arte rupestre de toda Europa y el mundo. Entre ellas, se encuentran algunas que han sido tomadas por los abonados a la teoría de los antiguos astronautas como expresiones de seres de otros planetas -por la forma de casco que se ven en sus cabezas-, aunque para los arqueólogos son solo una expresión de un ritual.

-En el continente americano, de EE.UU a Argentina (cuevas en Mendoza y La Rioja), también existen notables ejemplos de figuras que resultan desconcertantes. Por solo nombrar algunos casos, en Utah, en Barrier Canyon, dentro del Parque Nacional Cannyon lands, se hallan una serie dibujos en piedra con caracterizaciones antropomorfas.

 

-La Anunciación con San Emidius (1486): la obra de Carlo Crivelli muestra cómo un haz de luz desciende sobre la Virgen María, procedente de un disco nuboso en el cielo, representando la Inmaculada Concepción.

-El milagro de la nieve (1428): el artista Masolino, representó una inusitada nevada sobre Roma, en pleno verano del siglo IV de nuestra era. La curiosa escena muestra a Jesús y la Virgen María sentados en una nube discoidal, escoltados por una formación de pequeñas nubes similares.

-La presentación de María, con su hijo y un pequeño San Juan ha sido un tema bastante popular en esta época del arte. Boticelli, Leonardo, Rafael Miguel Ángel hicieron sus versiones, aunque esta posee una particularidad: la derecha de la cabeza de María hay un extraño objeto volador en el fondo.

-Otra obra con una polémica similar es El bautismo de Cristo (1710), del holandés Aert De Gelder, pupilo de Rembrandt, inspirado en el pasaje bíblico de Mateo 3:16, del Nuevo Testamento: “Los cielos se abrieron, y al Espíritu como una paloma descendió sobre él".

-La Glorificación de la eucaristía (1600) del italiano Ventura Salimbeni aparece, una vez más, la figura de la orbe, ampliamente relacionado a lo sacro. Este retablo cobró notoriedad en la ufología porque el objeto que se encuentra entre Jesús y Dios posee una forma muy similar al famoso Sputnik, el satélite ruso que comenzó la carrera espacial con EEUU en 1957. El trabajo, conocido como El Sputnik de Montalcino, fue realizado para la iglesia San Lorenzo de San Pedro, Montalcino, en la toscana itálica.

-En Japón hay tres textos que describen experiencias con el Utsuro-bune (bote hueco, en japonés): Toen shōsetsu (1825), Hyōryū kishū (1835) y Ume-no-chiri (1844). Allí se relatan el aterrizaje de un objeto misterioso que se encontró a la deriva frente a la costa de la provincia de Hitachi del este de Japón en 1803.

Libros

-El primer libro que se conoce con algún tipo de figura discordante con su época es el Prodigiorum liber, del siglo IV, donde se lee: “En Aenariae, mientras que Livio Troso promulgaba las leyes al comienzo de la guerra italiana, al amanecer, llegó un ruido tremendo en el cielo, y un globo de fuego apareció en llamas en el norte. En el territorio de Spoletum, un globo de fuego, de color dorado, cayó a la tierra girando. A continuación, parecía aumentar de tamaño, se levantó de la tierra y ascendió al cielo, donde se oscureció el sol con su brillo. se giró hacia el cuadrante este del cielo”. Así describió Julio Obsequens el suceso ocurrido alrededor del año 91 antes de Cristo. Obsequens fue un escritor romano que vivió durante el 4 dC y del que nada se sabe salvo que es el autor del Libro de los Prodigios, una recopilación de textos provenientes de la obra de Tito Livio.


2010 realizando una pintura acrílica sobre:             Space Oddity 1972 (David Bowie )